La competencia desleal son el conjunto de prácticas que tiene como objetivo la manipulación ilícita del mercado o el comportamiento y voluntad de los consumidores. Para ello, La Ley de Competencia Desleal tiene como objetivo proteger a los consumidores particulares y empresas de dichas acciones.
¿Cuándo se considera que estamos ante un caso de competencia desleal?
Estamos ante un caso de competencia desleal cuando las prácticas realizadas para promocionar un servicio propio o de terceros, falten a la buena fe y afecten al comportamiento del consumidor.
Algunos ejemplos pueden ser:
- Cuando se realiza una publicidad falsa, exagerando los beneficios del producto o servicio frente a los de la competencia.
- Cuando se utiliza la imagen de otra marca para beneficiarse de su prestigio o repercusión para comercializar un producto alternativo sin guardar relación con la imagen suplantada o utilizada.
- Cuando se obliga o fuerza al consumidor a elegir una oferta, proveedor, o determinadas condiciones.
Existe una alta cantidad de conductas que pueden ser calificadas como competencia desleal, por lo que la Ley de Competencia Desleal ha agrupado determinadas categorías.
Actos de engaño
Son aquellas conductas que tienen como objetivo transmitir información falsa o que pueda inducir al error, haciendo creer al consumidor que las prestaciones o cualidades del bien o servicio son mejores que las reales.
Ocurre cuando se engaña sobre:
- La naturaleza de la prestación, sus características principales o su precio.
- El servicio posventa o atención al cliente.
- Los compromisos contractuales.
- La necesidad de prestaciones accesorias.
- Los derechos del consumidor o los riesgos en los que incurre.
- Su uso o cantidad…
Actos de confusión
El comportamiento idóneo para crear confusión relacionada con la actividad, prestaciones o establecimiento ajeno.
Omisiones engañosas
Ocurre cuando la información que se anuncia, oculta mediante la omisión, opacidad o ambigüedad información negativa sobre la prestación que se consideraría relevante por parte del consumidor para tomar una decisión.
Prácticas agresivas
Estas prácticas son aquellas que, mediante la coacción, el acoso, la influencia indebida o la violencia, se influencia sobre la elección del consumidor.
Algunos ejemplos de prácticas agresivas pueden ser:
- Visitar el domicilio del consumidor, ignorando peticiones para que la empresa o el profesional no acuda a la misma.
- Informar al usuario de que el trabajo o sustento de la empresa o profesional corre peligro si la persona consumidora no contrata el bien o servicio.
- Aprovechar un momento de debilidad, como tratar de comercializar un seguro de vida tras la pérdida de un familiar cercano.
Actos de denigración
Son aquellos que, con el objetivo de destacar los beneficios o características de un bien o servicio, se comparan con otros cuya finalidad no es idéntica, o sin ser objetivos en el cotejo, de manera que se perjudica la percepción del valor de la prestación.
No es necesaria la existencia de dolo o intencionalidad para que exista un acto de denigración, y será suficiente con que el prestigio o la reputación de un competidor se vea afectada negativamente mediante falsedad.
Actos de imitación
En términos generales, pueden imitarse las prestaciones o iniciativas empresariales libremente, excepto que:
- Se vulnere un derecho de exclusividad.
- La imitación implique un beneficio de la reputación ajena.
- La imitación impida o dificulte el desarrollo de la entidad competidora, excediendo lo que podría considerarse una respuesta natural del mercado.
El aprovechamiento de ventajas comerciales obtenidas indebidamente mediante la reputación o prestigio de otros, será siempre considerado una competencia desleal.
Violación de secretos
Es considerada competencia desleal la divulgación o explotación no autorizada de secretos empresariales.
Venta a pérdida
El empresario o profesional es libre de fijar el precio que desee, sin embargo, vender a coste bajo o al precio de adquisición puede considerarse competencia desleal en los siguientes supuestos:
- Cuando se realice con el objetivo de desacreditar, o dañar, un producto o comercio ajeno.
- Cuando se realice con el objetivo de eliminar competidores.
- Cuando induzca al error al consumidor con respecto al precio de otros productos o servicios del mismo comercio.
Publicidad ilícita
Cuando los medios o acciones publicitarias van en contra de lo recogido por la Ley General de Publicidad.
Algunos ejemplos pueden ser:
- Publicidad dirigida a menores que, explotando su inexperiencia o credulidad, les incite a realizar la compra.
- La publicidad subliminal.
- Que infrinja la normativa que regule la publicidad de determinados productos, bienes, actividades o servicios.
- Aquella que sea engañosa, desleal o agresiva.